La empresa de telecomunicaciones Movistar comenzó hace unos meses los trabajos para la instalación de la fibra óptica en el municipio, unos trabajos que se están viendo entorpecidos por la negativa frecuente de vecinos que rechazan autorizar a la compañía a que instale tramos de red en sus viviendas o edificios.
En todos los casos en los que es necesaria autorización, la compañía solicita a los propietarios de las viviendas o edificios afectados a que firmen un modelo de autorización escrita en el que, a la vez que el firmante permite la instalación de forma gratuita de tramos de red de última generación, la compañía se compromete a responsabilizarse de cualquier daño que pueda producirse en el edificio o a terceros como consecuencia de los trabajos. Sin embargo, la negativa a firmar por parte de vecinos, bien por desconocimiento, bien por convencimiento, supone un entorpecimiento y retraso en los trabajos, pudiendo además repercutir en el alcance y cobertura que tendrá la fibra óptica en el municipio.