El incendio que en días pasados asoló la cumbre grancanaria y que aún está en fase de extinción ha traído consigo una ola de solidaridad en la que muchas personas han demostrado lo mejor de sí. Y es que en contraste con aquellos desalmados que aprovecharon los desalojos de viviendas para entrar a robar y realizar destrozos, se encuentran aquellas personas que rápidamente se movilizaron para tratar de ayudar a los damnificados por el incendio.
El epicentro de la solidaridad se ubicó en un primer momento en la zona deportiva de San Mateo, donde fueron atendidos los desalojados. Cuando se conoció la magnitud del incendio decenas de voluntarios se trasladaron hasta allí con el ánimo de colaborar en lo que se precisara: elaborando bocadillos, colocando camas en el improvisado albergue ubicado en el polideportivo… Allí se centró la labor solidaria de la primera jornada, una labor que el viernes, tras la vuelta a casa de los desalojados, se trasladó a las instalaciones del Centro Hípico de Montaña Cabreja, que se ha convertido en el “centro base” a donde están llegando los animales rescatados tras la tragedia, que son atendidos hasta que sus familias los reclaman. Hasta allí llegó ayer sábado Tara, una perra de raza beagle que llevaba desaparecida desde la noche del viernes. Pero el caso de Tara es particular. Ella no huía del incendio, ni su desaparición tuvo relación directa con él. Tara fue atropellada por un coche delante de su casa, en San Mateo, y tras el impacto, asustada, salió despavorida, de tal forma que a su familia le fue imposible alcanzarla.
Conocedores de que el Centro Hípico se había convertido en lugar de recogida de animales tras el incendio, la familia de Tara se acercó hasta allí en la mañana de ayer sábado para saber si la perra estaba allí. Ante la respuesta negativa, la familia se fue del centro, pero la casualidad quiso que, apenas diez minutos después, alguien que encontró a Tara herida la entregara en ese mismo lugar. Tras ser avisados, su familia acudió a su encuentro y Tara fue ingresada ayer sábado en una clínica veterinaria, donde fue intervenida quirúrgicamente. Tenía seis costillas rotas y una hernia en la ingle. Desde esta mañana, la perra se encuentra en casa, recuperándose junto a su familia, que ahora busca al ángel de Tara para darle las gracias por su acción.
I just could not leave your website prior to suggesting that I actually enjoyed the usual info an individual provide to your guests? Is going to be again continuously to check out new posts.
I didn’t feel like there was really any closure or idea where it was going and was a little disappointed with it.